Ellos están ahí... (Oneshot)

La sala era oscura, todo lo que se podía notar al alrededor eran sólo sombras. El silencio era perturbador. Las paredes eran frías y ya se encontraban desgastadas por el tiempo, ahora unas grietas eran partes de los adornos del lugar. En aquella casa no existía alguna sola ventana que pudiera dar paso a la luz, por lo que no se podía saber si era de día o de noche. El techo daba la impresión de que se caería en cualquier momento, pero eso no asustaría a la chica que se encontraba sentada en uno de los sofás del lugar.
Su vista se encontraba fija en sus manos. Sus hermosos ojos azules cambiaron de dirección rápidamente, al parecer, algo había llamado su atención. Un pequeño ratón había salido de entre uno de los agujeros de la pared. Dio un suspiro, no eran ellos.
Sus ojos se volvieron a posar en sus manos. En realidad, sus manos eran lo que más le preocupaban en ese momento. Estuvo en esa posición por unos minutos, hasta que unos pasos se escucharon bajando las escaleras.
Bajo un escalón.
Ahora eran dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco…
Se volvió loca, quería salir de aquel lugar. Pero, en realidad, no existía vuelta atrás. Lo hecho, hecho estaba ¿No es cierto? Aunque deseará el regresar al pasado para que nada de eso hubiera existido, no se podía… Porque… Aunque lo deseará… Ese problema se había presentado hasta el primer segundo de su vida…
Aquel cuento de terror que se libraba en su mente estaba escrito desde un inicio y ella conocía que por más que deseará dejarlo a un lado, ese problema no era algo que se pudiera reparar… ¿O sí?
Bueno, en realidad eso no importaba ahora… De todos modos, ellos estaban a punto de bajar las escaleras y seguramente le darían fin a aquel dolor que recorría todo su cuerpo y alma. Ahora el preocuparse por aquellas cosas sin sentido no le daría un mejor final, por más que lo deseará… Además… La vida nunca se había significado algo importante para aquella chica… ¿De qué servía aquella cosa? De todos modos, todo tenía un final y el suyo estaba por llegar.
Llevó su vista a las escaleras de la casa, esperando a que aquellos seres ya se encontraran en el último escalón. Y ahí estaban. Viendo cómo es que ella sufría por esperar un final rápido. Se reían. Se burlaban de la falta de esperanza que ella contaba. Y la torturaban con aquellas miradas acosadoras y perturbadoras de sus caras… Esos rostros tan horribles que sólo monstruos como ellos tendrían.
Suspiro. Su fin ya estaba por llegar y se entregaría a él sin dar gran batalla. Después de todo, eso ya estaba escrito desde un comienzo.
-¡Aquí estoy, ya llévenme! –grito con toda la fuerza que sus pulmones le permitieron.
 
Una luz entro por la puerta, iluminando todo lo que se encontraba adentro de aquella casa. Unos hombres entraron a toda velocidad por la entrada y fueron a ver cómo se encontraba la niña…
Y fue en ese momento cuando ella se dio cuenta de lo que en realidad pasaba. Sus manos se encontraban manchadas en una tinta de color rojo. En una esquina de la habitación se veía un cuchillo y más lejos el cuerpo de un pobre animal. En las escaleras ya no había más ellos, sólo la nada.
¿Era acaso que aquellos ellos se había convertido en aquellas personas para engañar a su vista?... ¡Sí! Tenía que ser eso.
Empujo a un hombre y luego salió corriendo a toda velocidad para perderse entre un gran número de bosques que rodeaban a aquella casa. No debía permitir el que nadie la atrapará o terminaría en un mal final. Posiblemente como aquel pobre animal que aquellas personas habían matado.
Aunque…
Sin embargo…
Ella no sabía que no existían esos ellos...
Que nunca nadie la había perseguido para llegar a ese final…
Y que el día de mañana su mente le haría jugar otra pesadilla…
 

 
Dedicada a todas aquellas personas que padecen esquizofrenia.

Oh wow ke tal historia pero es un poco escalofriante
Saludos